lunes, 23 de noviembre de 2009

PÁJAROS EN LA CABEZA

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domingo, 22 de noviembre de 2009

SEQUÍA CREATIVA

Me gusta el arte, me gusta la música, me gusta la informática, me encanta leer... pero no me gusta escribir. Si he estado reticente a hacer el blog es porque sé que a nadie interesa las inquietudes de una simple estudiante. Pero, ¿como negarme a las propuestas de mi profesor? Soy consciente del poder de las nuevas tecnologías, pero la forma de comunicación, tan potente, llega a asustarme. Cuando publicas tus pensamientos no sabes quién, en cualquier otro lugar del mundo, puede estar juzgándote.

Además soy consciente de que mi redacción no es ni mucho menos fluida. Nunca (a excepción justificada del messenger y algunos correos inteligibles) me he vuelto a comunicar escribiendo. Creo que la última vez que usé la vía epistolar fue a los 9 años, cuando escribía postales a los amigos que había hecho en el campamento de verano porque Cuenca te parecía estar en la otra punta del mundo. Compraba sello y todo. Y es que expresarme por escrito me resulta una tarea muy compleja, aunque la actividad moderna imponga el uso de la comunicación escrita.

Espero desarrollar la inteligencia lingüística que, según Gardner, puedes entrenar, lo que conlleva a algo tan complejo como usar ambos hemisferios del cerebro.

Este blog será mi campo de entrenamiento.

sábado, 21 de noviembre de 2009

PROCURA SER FELIZ

Aprovechar una migración de pájaros silvestres no estaría mal para evadirnos, de vez en cuando, de lo que no nos deja respirar. Tenemos que procurar ser felices, como le dice la Flor al Principito, y para ello hay afrontar la realidad de tus circunstancias, y tener claras, o al menos tener, metas en la vida. Tomar las decisiones adecuadas también es importante, pero eso no lo descubres hasta después de haberlas tomado.


La realidad de mis circunstancias era una desesperante opción al mundo laboral depués de haber suspendido las oposiciones. Mi meta era dedicarme a la enseñanza. Mi decisión estudiar psicopegagogía. Esa fue mi idea feliz.


¿Y ahora? Estudio lo que me gusta, aprendo cosas nuevas, tengo opción a más salidas profesionales, conozco más cosas interesantes... ¿debería eso darme felicidad? A lo mejor sí, pero de momento sólo me está dando muchos quebraderos de cabeza. Me queda pensar que el paso por esta carrera puede ser un suceso vital que me ayude a ser más feliz; a vivir nuevas experiencias, a desarrollarme profesional y personalmente, a conseguir madurez para llegar, como decia Kohlberg, a desarrollar una auténtica moralidad. Si pasar por la universidad cinco años ayuda a ir teniendo los valores personales y sociales situados y una idea de verdad clara, cuando termine la carrera ¿seré feliz? Ya os lo contaré dentro de dos años.