domingo, 20 de febrero de 2011

De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo lo que hay a su alrededor. Volver a estudiar una carrera ha supuesto cambios importantes en mi vida; estoy creciendo personalmente.

Todo este desarrollo interno tiene sus consecuencias externas. Mi vida está cambiando, todo está cambiando. Con la vuelta a la universidad han surgido nuevos retos, nuevos desafíos, y me entusiasma la idea de enfrentarme a ellos. Antes las dificultades me sobrepasaban, me preocupaba todo lo que pudieran pensar de mi, me esforzaba por caer bien a la gente, buscaba la aprobación de los demás, y peor todavía, actuaba en consecuencia.

Como dice Kegan (Desbordados, 2003. pag.300): "lo más frecuente es que amigos y familiares inicialmente tiendan a rechazar los cambios que ocurren en el estudiante". A mi alrededor sentía recelo y rabia, pues los constantes anhelos de los demás no estaban siendo mi prioridad, como había sido siempre. No sé muy bien cómo, pero el cambio ha transformado también las reglas de mis relaciones. Es duro que no te apoyen o que te presionen a quedarte en ese ambiente antitransformador, pero nadie dijo que las transiciones fueran fáciles...

Es normal que la gente que está a tu alrededor, sobre todo los que más te quieren, juzguen tus actos. Pero eso ¿debe causarte un trauma si los juicios emitidos por esas personas no van a tu favor? me refiero a que, si no son consecuentes con lo que pensabas, ¿debes cambiar tus propios valores? Yo creo que no. La clave está en que cada uno debe elaborar sus propios modos de pensar. Aunque no es tan sencillo. Ese proceso de elaboración requiere el desarrollo hacia un orden superior de la conciencia;es necesaria la transformación de la mente. Kierkegaard (1959) afirmaba que "para ayudar a otros debemos comprender lo que él comprende, saber lo que entiende y cómo lo hace." 

Para explicarlo se podría usar la metáfora de W.Perry. Según él "el desarrollo mental es la construcción (...) de un puente para el paso de la conciencia de un nivel al siguiente (...)". Tender puentes, y cruzarlos, es lo que hace que se produzca ese proceso de cambio. La habilidad de tender puentes es muy interesante, sobre todo porque cambian muchas cosas. Como afirma Perry cruzar el puente es "una caminata tortuosa que nos aleja del tercer orden de la conciencia que, hasta entonces, habia marcado nuestra forma de construir sentido en el mundo". 

Para la asignatura de Habilidades tengo muchas expectativas, y también las tengo del profesor, pues espero que me ayude a encontrar el terreno para seguir construyendo nuevos puentes.

2 comentarios:

Alejandro dijo...

Hola Elena

Buena conexión con un texto final de la asignatura de infancia y adolescencia. Cuando se trabajan las habilidades sociales se suele olvidar que es una oportunidad para también tratar de facilitar/promover/optimizar el desarrollo. Así que me gusta que lo conectes.

Igualmente me gusta que comiences con una experiencia personal y luego lo ligues con algo más teórico. Es como si fundamentaras la teoría en tu experiencia propia, y es un buen sitio desde el que analizar la teoría. Visto desde otra perspectiva, es como ir desde una perspectiva subjetiva a una más objetiva, pero integrando ambas.

Además el título es ocurrente y divertido. Me conecta con el juego de la oca, que por cierto, es un juego cargado de significados esotéricos y si no explora su origen.

Espero que estemos todos a la altura de tus expectativas, y si no siempre puedes hacer como Groucho Marx: "estos son mis principios, si no le gustan... los cambiaré". Esta son mis expectativas... si no le gustan... las cambiaré... ;)

Un saludo

Alejandro

Elena dijo...

Yo espero que se cumplan mis expectativas. Pero si no le gustan tengo otras... (¡tengo muchas!)